Maspalomas Hotel Veril Playa, Playa del Inglés

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Maspalomas, mucho más

Viajar a Maspalomas supone disfrutar de un espacio natural privilegiado, pleno de atractivos, belleza, emociones y actividades para toda clase de viajeros. Es un enclave famoso por sus dunas, no en vano la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas es uno de sus espacios más visitados. También el Faro, un lugar tan popular como fotografiado.

En cualquier caso, los baños de sol y playa, el clima agradable y los placeres gastronómicos son sus principales atractivos. Sin olvidar los deportes acuáticos, el golf, el litoral espectacular, las opciones náuticas y la belleza natural.

Playas

Maspalomas destaca por la calidad y la hermosura de sus playas. De entre ellas, Playa del Inglés es su alumna más aventajada por su ambiente familiar, su amplitud, la existencia de zonas resguardadas y la presencia de espacios lúdicos infantiles. En su entorno, además, encontrarás un buen número de chiringuitos y comercios. ¡Lo tiene todo para encantarte!

Náutica

La temperatura del agua marina se mantiene entre 18 y 22 grados todo el año. Parece una piscina climatizada, siempre disponible para sumergirse. Sus fondos marinos son espectaculares, por lo que disfrutarás muchísimo si eres un amante del buceo. También los aficionados al surf, el windsurf, el paddle surf o el kitesurf. Navegar, pescar y ver delfines son encantos añadidos.

Golf

En un radio de 50 kilómetros vas a encontrar hasta siete campos de golf en Gran Canaria. Además de estas estupendas e impecables instalaciones, la isla cuenta con una gran ventaja climatológica: el sol luce siempre y la temperatura, 365 días al año, no puede ser mejor para este deporte.

Deportes

Esta localidad no es solo un destino tranquilo. Al contrario, acoge gran cantidad de actividades deportivas. ¿Practicas el cicloturismo? Sus recorridos te fascinarán. Como también lo harán el senderismo y la escalada, que encuentran en Maspalomas espacios únicos para su práctica.

Naturaleza

El entorno de Maspalomas rinde tributo a la belleza natural. De hecho, Gran Canaria se asemeja a un pequeño continente miniaturizado, pues combina playa y montaña. No es de extrañar que sus visitantes organicen excursiones en bici o caminando, acudan a sus miradores y observen el cielo nocturno con fascinación.